Ballena en Guillena

Esta vértebra es de mi amigo Paco. Vamos, no exactamente de Paco, porque Paco, ni es tan grande, ni es desmontable, sino de una ballena que nadaba por su parcela de Las Pajanosas en el Mioceno Superior. Nadaba, la palmó, y fue a dar con sus huesos en el fondo del mar que cubría aquello cuando estaba más bajito que ahora. Y ahora, que está más altito y en erosión, todo lo acumulado en ese fondo va saliendo a la luz.

También hay grandes conchas que, a despecho de su apariencia, no tienen nada que ver con que la Vía de la Plata (que es Camino de Santiago) pase por allí:
Y acumulaciones de caracoles, aunque de ellos solo se conserva el "molde externo", porque la concha en sí ha sido disuelta:Las “vieiras” y similares, abundantes en ciertas zonas tierra adentro, se asociaron en la Península a intervenciones milagrosas de Santiago, en general en batallas contra los “moros”, para variar. Algunas referencias sobre mitos relacionados con fósiles en la Península pueden encontrarse en el blog “Folklore de los fósiles ibéricos”, de Heraclio Astudillo-Pombo, donde se cita alguna bibliografía.

En nuestro caso, vértebra, venera y caracoles pertenecen a la unidad basal de la Depresión del Guadalquivir, de la que ya hemos hablado bastante en varias entradas, por lo que ahora no nos extenderemos. Los fósiles fueron encontrados por Paco (Francisco José Fernández Martín), esparcidos en el suelo de su terreno, y las fotografías son suyas.